Gerald Hernández / LBPN
Ricardo Pinto subió a la colina con solamente tres días de
descanso, pero demostró que no necesitaba de más, al tirar 5.2 entradas de
cuatro hits y ninguna carrera, para dirigir a los Tiburones a la cima del
beisbol caribeño por octava vez en su historia. Pinto tenía cuerda para más, pero
una molestia en su mano derecha lo sacó de circulación anticipadamente, sin
embargo el bullpen de Venezuela extendió su dominio.
Los Tiburones no dejaron respirar con tranquilidad al abridor
dominicano César Valdez, quien fue atacado con una carrera en el cuarto y dos
en el quinto, para escribirse ahí la historia del partido.
Alcides Escobar impulsó la primera con un elevado de
sacrificio en el cuarto y Hernán Pérez disparó triple productor de una y
enseguida anotó con una rola de Herrera, para completar las tres anotaciones
que resultaron suficientes para el pitcheo venezolano.
Los Tiburones fueron líderes de la ronda regular con balance
de 5-1, perdiendo solamente ante Puerto Rico, luego derrotaron a Curazao en
semifinales y completaron su camino a la cima al superar a República Dominicana
en la final, ante la cifra récord de 36,677 fanáticos en el LoanDepot park de Miami.
PANAMÁ EN TERCERO
Más temprano, los Federales de Chiriquí vencieron 5-4 a los
Suns de Curazao, y el equipo panameño se quedó con el tercer lugar.
Con el juego empatado 4-4, el bigleaguer Iván Herrera
disparó un jonrón solitario en el séptimo episodio, para decidir el encuentro. Los
canaleros tuvieron un gran torneo, al finalizar la primera ronda con balance de
5-1, empatados con Venezuela, pero en semifinales se toparon con República
Dominicana, que ajustó cuentas con ellos.
NICARAGUA NO GANÓ
Nicaragua participó por primera vez en su historia en la
Serie del Caribe y no pudo ganar ninguno de sus seis encuentros para finalizar
en el séptimo y último lugar.
No obstante, se hizo partidos recordables ante Puerto Rico y
República Dominicana, a los que se estuvo cerca de vencerlos, y las primeras
cinco derrotas fueron por diferencia de tres o menos carreras, lo que reflejaba
que el equipo siempre estuvo en la pelea. Sin embargo, el cierre fue tenebroso
al recibir un juego sin hit ni carrera del lanzador venezolano Ángel Padrón.
No se sabe el futuro de Nicaragua en este torneo, pero se
tiene la esperanza de una nueva invitación en un futuro cercano.